Muy Bueno
    Muy Bueno

 

Estaba Venancio con un estadounidense y un inglés, platicando en un bar en Paris. Charlan, toman y se divierten como locos.
De repente el inglés dice:
-Como nos divertimos en este bar, pero yo conozco un Pub en Londres que se llama "Pub Andrew" donde tomas tu primera cerveza, tomas tu segunda cerveza y Andrew te regala la tercera!
El americano dice:
-Yo conozco un lugar mucho mejor en Nueva York que se llama "Pub John", donde tomas tu primera cerveza y John te regala la segunda! Tomas la tercera y John te regala la cuarta!
Venancio dice:
-Lo siento, pero yo conozco un lugar MUCHO MEJOR en Galicia que se llama "Bodega Manolo" donde te pagan la primera cerveza, te pagan la segunda, te pagan la tercera, te pagan la cuarta y hasta puedes ir al segundo piso y hacer el amor como loco!
El gringo y el inglés se miran y dicen:
-¡Increible ese sitio! No lo podemos creer. ¿Realmente te pasó?
-No - responde Venancio - a mi no, ... ¡a mi hermana!

 

§

 

-Doctor, ¿qué tal le fue con la operación?
-¿Operación?... ¿no era una autopsia?!

 

§

 

-Doctor, tengo tendencias suicidas, ¿qué hago?
-Págueme ya mismo.

 

§

 

En el último eclipse, el Sol y la Luna salieron de pleito, se reclamaban entre ellos:
-No se para que te metes, nada mas te gusta quitarme de la vista de la gente.
-Tú tuviste la culpa, yo estaba tranquilo y ahí vienes de metiche y te tropiezas conmigo!
Bueno pues, el caso es que se dejan de hablar bien enojados. Las Estrellas, esos astros que parecen muy chiquitos pero son bien grandes, también parecen bien discretos pero son bien chismosos, hay van con el Sol para ver que pleitos sacan:
-Oye ¿qué te peleaste con la Luna?
El Sol que es como se dice bien caliente, luego luego empieza a desporticar contra la Luna:
-Esa prostituta de la Luna que ya no la aguanto!...
-¿Prostituta? - preguntan extrañadas las estrellas.
-¡Si!, ¿acaso no lo sabían? Esa Luna nada más sale de noche y anda de cuarto en cuarto!
Pues como a las estrellas no les gusta el chisme, corren a ver a la Luna para decirle lo que el Astro Rey había dicho de ella..
-¿Eso dijo ese impotente? - pregunta la Luna.
-¿Impotente? - Preguntaron curiosas las Estrellas - El Sol ¿es impotente?
-¡Si! - contesta furiosa la Luna - tiene añales calentando a la Tierra y todavía no se la avienta!

 

§

 

-Doctor, el pelo se me está cayendo, ¿me puede dar algo para conservarlo?
-Si, claro, aquí tiene una caja de zapatos.

 

§

 

-Doctor, me he fracturado el brazo en varios lugares.
-Mire, yo que usted no regresaría a esos lugares.

 

§

 

Los animales se reunen frente a la Puerta del Cielo portando carteles de protesta...
-¡Queremos hablar con Dios! ¡Queremos hablar con Dios! ¡Queremos hablar con Dios! - gritaban.
Dios, habla con San Pedro y les pide que los haga pasar uno por uno para ver cual era el problema que les aquejaba. Hízolo San Pedro al instante y el primero en entrar fué el Elefante. Este venía pero muy enojado y no haciendo caso a la invitación del Señor de sentarse, se encara al Creador:
-¡Señor! No es justo que me hayas dado esta piel toda arrugada y dura, ni con crema se me puede suavizar, esta nariz tan grande me tiene traumado y luego las nalgas planas planas...
El Señor, como es su costumbre le habla suavemente en un tono conciliador
-Pero que te pasa Elefante, ¿tu crees que hago las cosas a lo tarugo, nomás al aventón? No, no, esto esta bien planeado y es parte de mi ingenio que tengo puesto en toda la naturaleza, esa piel dura tiene una razón, ningún maldito insecto de la selva se atreve a picarte y si lo hace a tí ni te importa, ni cuenta te das! No cualquier cazador puede matarte, no hay flecha que te entre por esa piel. Esa nariz, es una bendición, no tienes que agacharte para tomar agua, tienes el popote incluido! Y esas nalgas planas son para que te siente en el circo sin ningún problema.

El Elefante a cada palabra del Señor se iba calmando y al final sale convencido de que el es el ser perfecto de la Creación. El siguiente en entrar fué la Jirafa...

-¿Cómo es posible que me hayas dado estas manchas ridículas y este cuello tan largo? ¿Y estos cuernitos de marciano para que los quiero? ¡Nada más para hacer el ridículo! No Saco para verguenzas!

-Jirafa, Jirafita, debes de darme las gracias por haberte dado tantas virtudes, ese cuello largo es para que puedas alcanzar la comida de los arboles mas altos donde nadie, nadie, es capaz de alcanzarlo mas que tú! Tu tienes toda la ventaja con tanto animal chaparro que hay en el mundo! ¿Esas manchas? Pues esas manchas que tanto detestas ya te habrán salvado la vida sin tu darte cuenta, los cazadores ni te ven porque esas manchas te permiten esconderte entre la maleza sin que te perciban los cazadores, camouflage Jirafa, camouflage.

Igual que el elefante, la Jirafa sale orgullosa y pavoneandose como Pavo Real, perdón como Jirafa, de lo convencida que estaba de su suerte. La siguiente en entrar fué la Gallina y poniendo las alas en jarras se planta delante del Señor:

-A mí si no me haces pendeja, ¡o me haces mas chiquito el huevo o me haces mas grande el culo!

 

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En el consultorio de un ginecólogo...
-Señora, le tengo buenas noticias...
-¡Soy señorita, por favor!
-Entonces señorita, son malas noticias.

 

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-He ido al médico y me ha quitado el whisky, el tabaco y las drogas.
-Pero, ¿vienes del médico o de la aduana?

 

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Un hombre va al dentista y le dice:
-Dr. tengo los dientes muy amarillos, ¿qué me recomienda?
-A ver... corbata marrón!

 

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Una señora llega al hospital y le dice al doctor:
-Soy la esposa del Sr. Martínez, que tuvo un accidente de tránsito; me dijeron que lo trajeron aquí. Quisiera saber cómo se encuentra!
De la cintura para abajo su esposo no tiene ni un rasguño- le contesta el doctor.
-Ohhh! Qué alegría - dice la señora - ¿y de la cintura para arriba, doctor?
-No podemos decirle, señora, pues esa parte no la han traído todavía.

 

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Un hombre va a la consulta del médico y le dice:
-Doctor, me he caído y me duelen mucho las piernas!
El doctor lo examina, le receta unas pastillas y le dice:
-No se preocupe, no es nada. Dentro de unos días ya estará Ud. trabajando.
-Caramba, doctor, ¡qué maravilla! Además de curarme ¿me dará trabajo?

 

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Se levanta el paciente después de la operación y dice:
-Doctor, doctor, entiendo que se vista de blanco, pero ¿por qué hay tanta luz?
-No soy doctor, hijo mío, soy San Pedro.

 

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El doctor llama por teléfono a su paciente:
-Le tengo una noticia buena y otra mala.
-Bueno... dígame primero la buena.
-Los resultados del análisis indican que le quedan 24 horas de vida.
-Pero bueno, ¿ésa es la buena noticia? ¿Entonces cuál es la mala?
-Que he estado tratando de localizarlo desde ayer.

 

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Doctor, doctor, dígame... ¿la esterilidad es hereditaria?

 

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Después de examinar a un paciente que es un alcohólico crónico, el médico le dice:
-No encuentro la razón de sus dolores de estómago, pero, francamente, creo, que esto se debe a la bebida.
-Bueno, entonces volveré cuando usted esté sobrio.

 

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-Doctor, doctor... Todo el mundo me ignora!
-Que pase el siguiente...

 

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-Doctor, doctor... Todo el mundo me ignora! ... ¡Doctor! ...¡Doctor!

 

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Después de la operación, el médico va a ver al paciente:
-Bueno, le tengo una mala noticia y también una buena.
-Bue... la mala primero.
-Le amputamos la pierna equivocada.
-¿Qué? !qué barbaridad!... ¿y la buena noticia?
-Que la otra pierna está mejorando notáblemente.

 

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El doctor está examinando a un paciente y le dice:
-Usted debería haber venido a verme antes.
-Sí doctor, ... bueno, en realidad fui a ver a un curandero.
-¿Y qué estupidez le dijo ese curandero?
-Que viniese a verlo a usted.

 

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Una mujer va al psicólogo:
-Doctor, tengo complejo de fea.
-¿Complejo solamente?

 

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-Papá, ¿por qué te casaste con mamá?
-Vos tampoco podés entenderlo, ¿no?

 

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-Dígame, Doctor. ¿Que puedo hacer para que, este año, durante las vacaciones mi mujer no quede embarazada?
-¡Llévesela con Ud!

 

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-Papá, papá, ¿qué son los cuernos?
-No sé hijo mío, tengo tantas cosas en la cabeza.

 

§

 
Beatriz estaba en su lecho de muerte. Su esposo, José, mantenía constante vigilia a su lado. Él sostenía su frágil mano, y mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, él oraba por su esposa. Ella lo miró y sus pálidos labios comenzaron a moverse quedamente:
-Mi amado José - susurró.
-Calla mi amada. - dijo él - Descansa. Shhh. No hables.
Ella, insistentemente, dijo con cansada voz:
-Tengo algo que confesarte.
-No hay nada que confesar - dijo sollozante José - Todo está bien, duerme...
- No, no, yo debo morir en paz, José. Yo me acosté con tu hermano, tu mejor amigo y tu padre.
- Ya lo sé, ya lo sé - replicó José - ...¡por eso te envenené!

 

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El marido llega a su casa al amanecer, lo espera su mujer en la puerta, está borracho y con manchas de lapiz de labios.
-Supongo que hay una razon para que llegues a las seis de la mañana... - interroga la mujer.
-Si, el desayuno, ¡tengo hambre!

 

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De regreso de su trabajo, el hombre se sentó a la mesa y su mujer le preguntó:
-¿Te sirvo?
-A veces.

 

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Algunos matrimonios terminan bien, otros duran toda la vida.

 

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Un cura en misa:
-...Y D-os creó al hombre a su imagen y semejanza.
En ese momento, se levanta un jorobado y le grita:
-¿Y conmigo qué? ¿Hizo un experimento?