Muy Bueno Abril del 2003
   Muy Bueno

 

El jefe siempre es jefe
 

En una hermosa mañana, un jefe de proyectos, un analista de sistemas y un programador estaban paseando por una playa para distraerse del proyecto que los había tenido de cabeza.
De repente, encontraron una lámpara casi oculta en la arena. Obviamente, uno de ellos la frotó sin mucha esperanza y grande fue su sorpresa cuando apareció un genio legitimo. Al verlos, el genio dijo:
-Bueno, imagino que conocen el procedimiento habitual para estos casos. Ustedes saben, esa pendejada de los tres deseos. Normalmente se los concedo a una sola persona, pero en este caso, como ustedes son tres, les concederé un deseo a cada uno.
El programador de avenedizo como siempre, quiso ser primero y dijo:
-Me gustaría pasar el resto de mi vida viviendo en una gran casa en Fort Lauderdale, sin problemas de dinero y rodeado de hermosas mujeres que me idolatren.
El genio le concedió el deseo y le envió a la casa de Fort Lauderdale, con mucho dinero y muchas mujeres. Después siguió el analista de sistemas:
-Me gustaría pasar el resto de mi vida en un gran y lujoso crucero en el mediterráneo, sin problemas de dinero y rodeado de hermosas mujeres que me idolatren.
El genio le concedió el deseo y le envió al crucero en el mediterráneo, con mucho dinero y muchas mujeres. Al final, le toco el turno al jefe de proyectos:
-¿Cuál será tu deseo? Preguntó el genio.
-!Quiero a ese par de estúpidos de regreso a la oficina después del almuerzo!

 

§

 

Un tipo está saliendo de su departamento con una valija y se cruza con otro amigo que está entrando. Éste le pregunta:
-¿Adónde vas, te vas de tu casa?
-Sí, me voy. Mi suegra me ha tratado muy mal, además, me insultó, me dijo que soy un vago, un borracho, un desgraciado, un ser inservible...
-¡Ea, una cosa así no puede ser! Mira, si a mí mi suegra me dice todo eso, yo la mato, la parto en cuatro pedazos y la tiro al río.
-¿Y qué cosa crees que llevo en esta valija?

 

§

 

Debido al fallecimiento del abuelo a los 95 años, el joven Camilo fue a dar el pésame a su abuela de 90 años. Camilo llega y encuentra a la anciana llorando y la consuela. Un rato después, ya más calmada, el nieto aprovecha y le pregunta:
-Dime, abuelita ¿cómo murió el abuelo?
-Fue haciendo el amor - le confiesa la mujer.
Camilo, horrorizado, le replica que las personas de 90 años o más no deberían tener sexo porque es muy peligroso. Pero la abuela le aclara:
-Lo hacíamos solamente los domingos, desde hace cinco años, con mucha calma, al compás de las campanadas de la iglesia. Ding para meterlo y dong para sacarlo... ¡Si no fuera por el hijoeputa del carrito de helados, tu abuelo todavía estaría vivo!

 

§

 

Era un hombre tan vago, que cuando se murió sus amigos pusieron la siguiente inscripción en su tumba: "Aquí continúa descansando..."
 

Eficiencia
 

La semana pasada llevé a cenar a unos amigos a un restaurante famoso y noté que el mesero que nos atendió llevaba una cuchara en el bolsillo de su camisa.
Me pareció algo extraño, pero lo tomé como algo casual. Sin embargo, cuando el encargado de la mesa nos trajo el agua y los cubiertos, pude notar que el también tenía una cuchara en el bolsillo de su camisa.
Miré entonces alrededor del salón y vi que todos los meseros llevaban una cuchara en sus bolsillos. Cuando el tipo regresó a tomar el pedido le pregunté: ¿Porqué la cuchara?
- Bueno... los dueños del restaurante contrataron a la prestigiosa firma de consultoría Andersen Consulting, expertos en eficiencia, con el objeto de revisar todos nuestros procesos. Después de muchos meses de análisis estadísticos, ellos concluyeron que a los clientes se les caía la cuchara un 73,5 % más frecuentemente que los otros cubiertos. Eso representa una frecuencia de caídas de 3 cucharas por hora, por mesa. Si nuestro personal se prepara para cubrir esa contingencia, se reduce el número de viajes a la cocina y podemos ahorrar así 1,5 horas / hombre por turno.
En el momento en que terminaba de explicarme, un sonido metálico se escuchó en la mesa de atrás. Rápidamente, el mozo reemplazó la cuchara caída por la que llevaba en el bolsillo y dijo:
-Tomaré otra cuchara cuando vaya a la cocina en lugar de hacer un viaje extra para buscarla ahora.
Yo estaba realmente impresionado. Mientras mis invitados ordenaban, continué observando a mí alrededor. Fue entonces cuando observé, de reojo, una fina cuerda negra colgando del cierre del pantalón del mesero.
Rápidamente, recorrí todo el lugar con la mirada y descubrí que todos los mozos llevaban la misma cuerdita colgando de sus braguetas. Mi curiosidad fue mayor entonces y, antes que se retirara el mesero, le pregunté:
-Disculpe, pero ¿por qué tiene usted una cuerda justo ahí?
-Oh, sí. la firma consultora de la cual le hablé encontró que nosotros también podíamos ahorrar tiempo al ir al baño.
-¿Cómo es eso?
-Atando este hilo fino a la punta de... usted ya sabe, podemos sacarlo sobre el orinal sin tocarnos y de esa forma eliminar la necesidad de lavarnos las manos, acortando el tiempo gastado en el baño en un 82%.
-Qué bien, eso tiene sentido. ¿Pero si la cuerdita ayuda a sacarlo, cómo lo vuelve a meter en el pantalón?
-Bueno, yo no sé cómo hacen los otros, pero yo uso la cuchara.
 

Oposición
 

El don Juan a la hermosa damita:
-Entonces... ¿Te opones a hacer el amor?
-Es algo que nunca he hecho.
-¿Que? ¿El amor?
-¡No! ¡Oponerme!
 

Abogados
 

Va un abogado con su hijo a su hacienda ganadera. El hijo le pregunta al abogado:
-Papá, papá, ¿todo lo que veo a mi alrededor es ganado?
-¡No hijo, es robado!
 

¡Que modales!
 

Pepito va a la tienda de don Ramón y le dice:
-Don Ramón ¡dice mi mamá que si tiene huevos le mande 100 pesos! .
Don Ramón saca el dinero y le dice a Pepito:
-Dile a tu mamá que ahí están los 100 pesos y que estas no son formas para pedir el dinero.

 

§

 

La niña le pregunta a su mamá:
-Mami, mami ... ¿a que edad me salen los senos?
-Como a los 12 0 13 años hijita - y la niña dice con carita triste:
-¡Que lástima! ¡Yo los necesitaba para esta noche!

 

§

 

-¿En qué se parece un doberman y una esposa?
-En que se levantan ladrando, te gruñen todo el día y en la noche te desconocen!
 

El tartamudo
 

Un tartamudo va a ver a un médico para librarse de su enfermedad:
-Ho- o- ol- a do- c- torr.
-Si, señor, tome asiento, cuénteme, ¿en qué puedo ayudarlo?
-Qui- e- e- rro dd- ee- j- j- ar de s- er ta- ta- ta.
-Si señor, ya lo entiendo. Por favor, cuénteme como es un día rutinario de su vida.
-Bu- eno, la ver- da- d que me le- van- to a la ma- ñana y ha- go él a- mor c- on mi mu- jer, al me- diod- ia con mi sec- ret- aria, a la tar- de c- con mi am- ante, y a la no- ch- e de nue- vo con mmi mmujjjer.
-Bueno señor, desvístase que lo voy a revisar.
Al rato:
-Pero, ¡Señor, usted tiene tres huevos, aquí esta su problema! Le voy a tener que operar y extraer uno con lo que su problema quedará solucionado definitivamente.
Varios días después el tipo vuelve al consultorio:
¡Hola doctor, mire: estoy curado, mire que bien que hablo, que fluido! Pero no sabe como disminuyó mi vida sexual. Así que quisiera que me devuelva mi huevo.
-E- e- eso nno sser- a po- po- sibb- le.
 

El perro inteligente
 

Un carnicero estaba trabajando muy ocupado, cuando ve entrar a su local un perro al que echa de la tienda, poco después el perro entra nuevamente y esta vez el carnicero se da cuenta que el perro trae una nota en el hocico que dice:
-¿Podría darme una pierna de cordero, por favor?
Lo mira, y ahora tiene un billete de 10 dólares en el hocico, así que el carnicero asombrado toma el dinero, mete la pierna de cordero en una bolsa y la coloca en el hocico del perro, el carnicero impresionado decide cerrar la tienda y seguir al perro, éste toma una calle hasta un cruce donde se detiene, deja la bolsa en el piso y se para en sus patas traseras para presionar el botón de cruce, una vez que cambia la luz, toma la bolsa, avanza y llega hasta un paradero de autobuses, ahí se sienta pacientemente y cuando se aproxima un bus se para, mira el número y se vuelve a sentar hasta que llega el autobús adecuado, entonces toma la bolsa y se sube, ya arriba del autobús mira por la ventana distraídamente hasta que llegan a un sector de la ciudad donde toca el timbre y se baja, de ahí llega a una casa, deja la bolsa en el suelo y con la cabeza empieza a golpear la puerta un par de veces y como nadie abre la puerta, da la vuelta a la casa, esta vez golpea una ventana y regresa nuevamente a la puerta a esperar que abran, casi inmediatamente aparece un tipo en la puerta que empieza a gritar al perro, por lo que el carnicero le dice:
-¡Pero hombre! ¿Por qué trata así al animal? ¡Es un genio, bien podría salir en la televisión!
A lo que el hombre responde:
-¿Genio? ¿Está usted loco? ¡Esta es la segunda vez en esta semana que olvida su llave!
 

¡Un Culebro calentón!
 

Llega una noche el señor culebro bien borracho a su hoyo casa. Doña culebra lo ve y comienza a pelear diciendo que siempre está borracho, que no la atiende a ella, que es un irresponsable, etc. A esto él dice:
-Mujer, ¿pero no tuvimos ayer una sesión increíble de sexo en el jardín? ¿no te gustó?
-¡Mire, mire! fresco, ¡usted no me ha puesto esas sucias escamas suyas encima en dos semanas!
-¡Mierda! ¡parece que volvieron a dejar la manguera afuera!
 

Discriminación testicular
 

Llega un tipo a una oficina del gobierno pidiendo trabajo. Se entrevista con el Jefe de Recursos Humanos y durante la entrevista se le escapa que carece de testículos...
-No importa - responde el entrevistador. El tipo piensa que no ha debido decirlo y dice apresuradamente:
-Pero soy una persona muy capaz. - El entrevistador responde:
-Mire amigo el no tener testículos no es impedimento para trabajar, es más, ¡esta usted contratado!
-¡Excelente! ¿Cuál es el horario de trabajo?
-El horario es de 8 a 5, pero usted puede llegar a las 9 de la manaña.
El tipo piensa que por no tener testiculos lo estan considerando un minusválido, se molesta un poco dice:
-Yo ya le dije que no tengo testículos pero capacidad ¡si la tengo!!
-Si ya se amigo, pero como en esta oficina se rascan los huevos de 8 a 9, no tiene caso que llegue tan temprano...

 

§

 
-Todos los días pasaba por una casa un repartidor de periódicos, el cual siempre que entraba al patio delantero a dejar el periódico, encontraba a un niño que lo esperaba, y con la mano y el dedo apuntándole, le hacía:
-¡Pum, pum, pum! - Simulando disparos contra el repartidor.
Esto era cosa de todos los días, todos los días. Pero un día el repartidor dijo:
-¡Ah no!, hoy le voy a seguir el juego, porque ya me tiene cansado que todos los días me dispare, aunque sea de mentiras.
Entonces, llega al otro día, entra al patio, y observa que el niño está en el techo, entonces el repartidor le apunta con el dedo y dice:
-¡Pum, pum, pum, y pum!
Cae el niño al suelo desde el techo... el repartidor asustado corre hacia él, y le dice:
-¡Niño, niño! ¿estás bien?
El niño le responde medio inconsciente:
-¡Eres malo! ¡Yo nunca te tiré a matar!
 

Desconsiderado
 

Un señor de mediana edad lleva una hora sentado en un bar mirando la copa sin beberla, cuando llega un camionero alto y gordo y se bebe la copa de un solo trago. El pobre hombre se echa a llorar, y el camionero le dice:
-¡Vamos, buen hombre, era solo una broma, ahorita le pido otra copa!
El señor le contesta:
-No, no es eso, es que hoy ha sido el peor día de mi vida. Primero, llego tarde al trabajo y me despiden. Luego, al llegar donde había dejado mi coche, veo que se lo habían robado. Camino a mi casa y veo a mí mujer con otro hombre, y me vengo para acá, y cuando por fin iba a terminar con todo esto, llega usted y se toma mi veneno.

 

§

 

Son dos viejos que están cumpliendo 50 años de casado, y la vieja le dice al viejo:
-Viejo estamos cumpliendo 50 años de casado ¿matamos a un pollo?
-No vieja, ¡el pollo no tiene la culpa!

 

§

 

Llega un niño a su casa después del colegio, y su papá le pregunta que cómo le había ido. El niño le respondió:
-¡Mal!
-¿Y por qué?
-Porque nadie le entiende a esa maestra loca.
-¿Por qué? ¿No explica bien, por qué?
-No es eso, es que dice que hagamos una cosa y después resulta que está malo.
-¿Qué pasó, pues?
-Me dijo que escribiera en el pizarrón tres palabras graves.
-Y no pudiste.
-Sí, sí pude, pero dice que eran tan graves que me expulsó del colegio.