Muy Bueno Octubre del 2005
   Muy Bueno

 

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Las muchachas de 50
 

Plática entre dos muchachas de cincuenta:
-Hola! cuéntame, ¿Cómo te fué con tu cita de la otra noche?
-¡Horrible! no se que pasó.
-Pero ¿por qué, no te dió ni un beso?
-Sí, me besó. Me besó tan fuerte que se me salió el diente postizo de adelante y el aumento de pelo de mi moño.
-¿Y? ¡No me digas que terminó así!
-No, claro. Después me tomó la cara entre sus manos, hasta que le tuve que pedir que no me apretara tan fuerte porque se me estaba aplastando el botox y como me mordía los labios con mucho ímpetu, pensé que se me iba a salir el colágeno! Además que mis pestañas postizas se le quedaron pegadas bajo la nariz.
-¿Y no intentó nada más?
-Sí, se puso a acariciarme las piernas, y lo frené porque me acordé que no había tenido tiempo para depilarme, al hacerlo se me salieron dos uñas postizas! Pero seguía tan apasionado que en un arrebato de lujuria impresionante, me abrazó tan fuerte, que casi se le quedan mis prótesis de las nalgas en la mano.
-¿Y después que pasó?
-Se puso a tomar champaña de mi zapato.
-¡Qué romántico!
-¿Romántico? ¡Casi se muere!
-¿Por qué?
-Se tragó el corrector del juanete.
-¡Ay!¿Y después qué hizo?
-¿Tu puedes creer que se fue? ¡Para mí que era maricón!
 

Big Leroy
 

Dos sujetos entran en un departamento oscuro, caliente y humedo, arrastrando por los brazos a un joven flaco y debilucho. En el departamento se encontraba Big Leroy, un negro enorme, sudado, hediondo, con cara de gente mala, palillo en la boca y limpiandose las uñas con un cuchillo de carnicero.
Al llegar, uno de los hombres dice:
-Oye Big Leroy, el jefe ordenó que te violes a este sujeto ... Dice, que es para que aprenda a no hacerle al valiente con la gente del barrio.
El debilucho grita desesperado e implora perdón, pero Leroy apenas asiente con la cabeza ignorando los lamentos del joven y dice:
-Pueden dejarlo ahí, en ese rincón, que yo me encargo de ese hijo de puta dentro de un momento.
Cuando los dos hombres salen del departamento el muchacho dice:
-Sr. Leroy, por favor, no me haga eso, déjeme ir y le prometo que no le diré a nadie que usted me dejo ir sin castigo.
Leroy le dice:
-¡Cállate la boca y quedate quieto ahí!
Al rato llegan los dos hombres arrastrando a otro individuo ...
-Big Leroy, el jefe quiere que le cortes las dos piernas y le saques los ojos a este tipo para que aprenda a no llevarse el dinero del jefe.
-Déjenlo ahi, en ese rincón que pronto resuelvo ese asunto -contesta Big Leroy.
Poco tiempo después llegan los mismos hombres arrastrando a un tercer muchacho.
-Big Leroy, el jefe quiere que le cortes el pito a este tipo, para que aprenda a nunca mas meterse con la mujer del jefe, ah!, y dijo tambien que le cortes la lengua y todos los dedos para que no pueda volver a tocar a otra mujer en su vida.
Leroy, con voz grave dice:
-Ponlo ahí en el rincón, junto a los otros dos hijos de puta esos y yo atiendo la orden del jefe pronto.
Cuando se retiran los dos hombres, el muchacho que habia llegado primero le dice en voz baja a Leroy:
-Sr. Leroy... con todo respeto, solo para que usted no se vaya a confundir, yo soy al que hay que cogerse, ¿ehhh?
 

Norteños
 

Para las que no saben, en México (y me imagino que en otros muchos lugares también), se les llama "norteños" a las personas que nacieron en los estados del Norte de México, y en general somos muy mal hablados... y muy sinceros y nos gusta presumir de estas cualidades. Pos pa' que nos entiendan... hay les van unas cualidades de los norteños...
 

El norteño no saluda: te dice " que pedo guey".
El norteño no tiene amigos: tiene compadres.
El norteño no se cae: se da un chingazo.
El norteño no se burla: te agarra de carrilla.
El norteño no te señala estás equivocado, te dice: "estás jodido".
El norteño no se lanza: se avienta.
El norteño no molesta: chinga para que te encabrones.
El norteño no se baña: se da un regaderazo.
El norteño no se molesta: se encabrona.
El norteño no te golpea: te pone una chinga o te revienta el hocico.
El norteño no te ordena: te manda... a huevo.
El norteño no sufre de diarrea: sufre de chorrillo.
El norteño no fracasa: la caga.
El norteño no sale corriendo: sale en chinga.
El norteño no toma siestas: se hecha una jeta.
El norteño no ríe hasta mas no poder: se caga de la risa.
El norteño no le es difícil: le está cabrón!!!
El norteño no va rápido: va hecho la chingada.
El norteño no te rechaza: te manda a la chingada.
El norteño no toma: se pone pedo.
El norteño no es destacado: es una pinche riata.
El norteño no pide que lo lleven: pide in raid.
El norteño no es un tipo alegre: es con madre.
El norteño no es un tipo tremendo: es un chingón.

Así que si eres NORTEÑO, manda esto a todos tus PAISANOS y a quienes no lo sean para que nos conozcan...pero EN CHINGA CABRON.!
 

Célibes
 

La señorita Himenia Camafría, célibe madura, viajó de su pequeño pueblo de provincia a la gran Capital de la República. Cuando volvió a su pueblo se reunió a merendar con su amiguita Celiberia Sinvarón, soltera como ella, y le contó las desmesuras que había visto.
-¿Sabías -le dice en voz baja y escandalizada- que en la Capital hay hombres que besan a otros hombres?
-¿De veras? - se asombra Celiberia-. Y ¿cómo les dicen?
-Les dicen gays - responde la señorita Himenia. Continúa:
-Y ¿sabías que en la Capital hay mujeres que besan a otras mujeres?
-¿En serio? -se sorprende Celiberia-. Y ¿cómo les dicen?
-Les dicen lesbianas" -contesta Himenia. Y sigue:
-Y ¿sabías que en la Capital hay hombres que besan a las mujeres en otras partes del cuerpo que no son los labios?
-¿De veras? -se escandaliza Celiberia-. Y ¿cómo les dicen?
-Bueno -replica la señorita Himenia-. Yo cuando me repuse le dije: "¡Papacito!..."
 

Políticos
 

Un día, mientras caminaba por la calle un candidato de un importante partido político a la presidencia de la República, es trágicamente atropellado por un camión y muere. Su alma llega al paraíso y se encuentra en la entrada con San Pedro en persona.
-Bienvenido al paraíso, le dice San Pedro. Antes de que te acomodes, parece que tenemos un problemita. Verás, muy raramente un alto político ha llegado aquí y no estamos seguros de qué hacer contigo.
-Lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir donde pasar la eternidad.
San Pedro acompaña al candidato al ascensor y baja, baja hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club house y de pie delante de él están todos sus amigos políticos que habían trabajado con él, vestidos con traje de noche y muy contentos. Corren a saludarlo, lo abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a costa del pueblo. Juegan un agradable partido de golf y luego por la noche cenan juntos en el club house con langosta y caviar. Se encuentra también al Diablo, que de hecho es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando.
El político recién fallecido se está divirtiendo tanto que, antes de que se de cuenta, es ya hora de irse. Todos le dan un apretón de manos y se despiden de él antes de que se suba al ascensor. El ascensor sube, sube, sube, y se reabre la puerta del paraíso donde San Pedro lo está esperando.
-Ahora es el momento de pasar al paraíso.
Así que el candidato pasa las 24 horas siguientes pasando de nube en nube, tocando el arpa y cantando, rezando el rosario y diciendo jaculatorias, leyendo libros y jugando a las escondidas entre las nubes y a otros juegos. Antes de que se de cuenta, las 24 horas ya han pasado y San Pedro, acompañado con Lucifer, va a buscarlo.
-Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. -Le dice Satanás- Ahora debes elegir donde deseas pasar tu eternidad. El Hombre reflexiona un momento y luego responde: Bueno, el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.
Así que San Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja, baja y baja hasta el infierno. Cuando las puertas del ascensor se abren se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de porquería y desperdicios. Ve a todos sus amigos vestidos con trapos, que están recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo se le acerca y le pone un brazo en el cuello.
-No entiendo, -balbucea el Candidato.- Ayer estuve aquí y había un campo de golf y un club house y comimos langosta y caviar y bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es una tierra desierta llena de desperdicios y mis amigos parecen unos miserables.
El Diablo lo mira, sonríe y dice:
-¡Ayer estábamos en campaña!. ¡Hoy, ya votaste por nosotros!
 

Gente importante
 

Cuentan que un gerente muy importante de una conocida multinacional tuvo una crisis cardiaca por culpa del trabajo. Fue dado de baja y enviado al campo con el objeto de recuperar las fuerzas y relajarse un poco. Después de pasar 2 días sin hacer nada, el hombre estaba ya harto de la vida bucólica y pastoril y se aburría soberanamente. Así que decidió hablar con el granjero que le hospedaba y solicitarle alguna tarea sencilla para pasar el rato y ocupar el tiempo, a la vez que así hacia algo de ejercicio.
El día siguiente se levantaron temprano, antes de que saliera el sol. El granjero, conocedor de la idiosincrasia de la gente de ciudad, y temiendo algún estropicio irreparable, resolvió asignarle tareas simples en las que no pudiera causar daño alguno (incluyéndole a el mismo).
-La tarea es muy sencilla. -dijo el granjero dándole una pala- Solo tiene que recoger el estiércol que hay en el chiquero de los cerdos y repartirlo por el sembrado para abonarlo. Cuando termine venga a verme.
El granjero era propietario de mas de doscientos cerdos, y el estiércol se acumulaba hasta la altura de la rodilla. Así que el hombre estimó que la faena le llevaría al gerente 2 o 3 días. Cual fue su sorpresa, cuando al cabo de tres horas apareció el gerente, lleno de estiércol hasta las orejas, sonriente y con cara de satisfecho.
-Ya he terminado, -le dijo.
Viendo que en efecto la tarea estaba terminada, y además con eficiencia, el granjero decidió asignarle otra.
-Bien. Ahora hay que sacrificar unos pollos que mañana vienen a recoger los de la carnicería. Basta con cortarles la cabeza. - dijo dándole un enorme cuchillo.
-Es un poco mas complicado, pero seguro que puede hacerlo.
Había mas de 1500 pollos para sacrificar, y supuso que el gerente no terminaría hasta bien entrada la noche. Incluso pensó en ayudarle mas adelante cuando terminara de recoger la siembra. Apenas habían pasado un par de horas cuando el gerente se presentó ante el, con toda la ropa y la cara manchada de sangre, el cuchillo mellado, y sonriente como un niño el día de los Reyes Magos.
-Ya he terminado, le dijo.
El granjero no salía de su asombro. !Increíble!. El mismo, acostumbrado a la dura vida rural, no lo hubiera hecho mejor; los 1500 pollos estaban amontonados en un lado, y las 1500 cabezas en otro lado. El granjero se rascó la cabeza pensativo. Llevó al gerente junto a un gran montón de papas y le dijo:
-Muy bien. Ahora hay que separar las patatas. Las grandes a la derecha y las pequeñas a la izquierda.
Pensó el granjero que en menos de una hora vería otra vez al gerente pidiéndole mas trabajo. Pero no fue así. Pasó la hora de almorzar, la hora de cenar, se le hizo de noche y el gerente no aparecía. Creyendo que algo le habría sucedido, el asustado granjero fue adónde había dejado al gerente y lo encontró sentado delante del mismo montón de patatas, sin que hubiera separado ninguna.
-¿Le pasa algo? - Preguntó extrañado.
El gerente se volvió con una patata en la mano y le contestó :
-Mire: repartir mierda y cortar cabezas es algo a lo que YO Estoy MUY acostumbrado... Pero... ¡esto de tomar decisiones...!
 

El ujier japonés
 

Se programó una fiesta en la alta sociedad, donde se debería presentar previamente a cada persona o familia que arribara a la reunión. Por aquellas cosas el presentador no pudo ir y afanados buscaron quien lo sustituyera y solo encontraron un japonés. Le dieron las instrucciones repectivas y empezaron a llegar los invitados:
-¿El señol cómo se llama? - pregunta el japonés.
-Soy el señor Pardo y mi esposa la señora Pardo.
-Con utedes el señol Paldo y la señola Paldo.
Pasa la siguiente pareja:
-Yo soy el señor Rodríguez y mi esposa la señora Rodríguez.
-Con utedes el señol Lolíguez y la señola Lolígue.
La tercera pareja:
-Yo soy el señor Correa, mi esposa la señora Correa y la otra señora es la mamá de mi esposa.
-Con utedes el señol Culea, la señola también Culea, y la otla señola no culea, ella mama.
 

¡Ah caray!
 

En el colegio, la profe le pregunta a Juanito:
-Juanito, ¿Quién descubrió a América? - y el niño, llorando, le responde:
-¡Yo no fui, yo no fui, créame que yo no fui!
La maestra, preocupada, llama luego al papá y le comenta:
-Señor, imagínese que le pregunté a Juanito que quién había descubierto a América y él me dijo llorando que él no había sido.
Y el papá le responde un poco enojado:
-Señorita, si mi hijo dice que él no fue es porque no fue él.
Un poco sorprendida la maestra, sale del colegio para su casa y coje un taxi. Durante el viaje, le comenta al taxista:
-Imagínese, hoy en la clase le pregunté a Juanito que quién había descubierto a América y me dijo llorando que él no había sido, y luego le comenté al papá y el señor, enfadado, me dijo que si el niño decía que no había sido él era porque no había sido. ¿Puede creerlo, señor?
y el taxista le responde:
-Señorita, ellos sí fueron, nada más que se están haciendo los pendejos.
 

¡Lo que importa es la fé!
 

Una vez una viejita se encontró un condón en un sobre, junto a la puerta de la casa, ésta lo puso en un vaso de agua y lo colocó encima del piano, a los pocos días vino el cura de su parroquia a visitarla. El cura, al darse cuenta, estaba tan preocupado con el vaso de agua con el condón encima del piano que no se atrevía a preguntarle a la anciana, pero haciendo serie de diferentes preguntas le dijo
-Doña Julita ¿qué es eso que está en el vaso encima del piano? - a lo que la anciana respondió:
-No sé pero me lo encontré en una bolsita en la calle tirado, lo recogí y leí las instrucciones que decían: "Para su protección y salud póngalo encima del órgano". Así que como yo no tengo órgano lo puse encima del piano y si viera que después de que lo hice no he tenido mas resfriados ni fiebres.
 

Las 7 etapas del hombre y la mujer
 

Las 7 etapas de la vida de una mujer

  1. De los 5 a los 12 es como las islas de Revillagigedo; completamente virgen.
  2. De los 15 a los 20 es como Africa; media virgen y media explorada.
  3. De los 20 a los 25 es como Asia; profunda y misteriosa.
  4. De los 25 a los 30 es como Europa; algo destruida pero interesante.
  5. De los 30 a los 40 como Mexico; a todos recibe con los brazos abiertos.
  6. De los 40 a 60 es como Corea; destruida por el frente y por la retaguardia.
  7. De los 60 a 80 como Oceania; todos la recuerdan pero nadie va a verla.

Las 7 etapas de la vida de un hombre

  1. De los 5 a los 12 estan como el Iztlacihuatl; completamente dormido.
  2. De lo 15 a 20 como el Paricutin; en plena erupcion.
  3. De los 20 a los 25 como el Popocatepetl; todos quieren escalarlo.
  4. De los 25 a los 35 como el Nevado de Toluca; firme con poca nieve pero firme.
  5. De los 35 a 45 como el Pico de Orizaba; a la mejor altura.
  6. De los 45 a 60 como el cerro de la Villa; agotado de tantas visitas.
  7. De los 60 a 80 como el Ajusco; completamente dormido y destruido.

 

El eclipse
 

El coronel del regimiento le dice al capitán:
-Mañana, a las 9:30, tendrá lugar un eclipse de sol, cosa que no ocurre todos los dias. Asi que mañana formará a los hombres con traje de campaña en el patio del cuartel. Si llueve, de las órdenes oportunas para que formen en el gimnasio.
-!A sus ordenes, mi coronel!
El capitan a su vez, le comunica al teniente:
-Por orden del coronel, mañana a las 9:30 tendrá lugar un eclipse de sol. Forme a los hombres en el patio. Si llueve, cosa que no ocurre todos los días, fórmelos en el gimnasio en traje de campaña.
-!A sus ordenes, mi capitan!
El teniente entonces vá donde el sargento y le comunica:
-mañana, por órden del coronel, a las 9:30 lloverá en el patio del cuartel, cosa que no ocurre todos los días. El coronel, en traje de campaña, dará las ordenes oportunas para que el eclipse de sol se celebre en el gimnasio.
-!A sus ordenes, mi teniente!
El sargento al cabo:
-Mañana a las 9:30, tendrá lugar el elipse del coronel en traje de campaña por efecto del sol. Si llueve en el gimnasio, cosa que no ocurre todos los días, formaremos en el patio.
-!A sus ordenes, mi sargento!
El cabo a la tropa:
-Mañana a las 9:30, si no llueve, el sol en traje de campaña eclipsará al coronel en el gimnasio. Lástima que esto no ocurra todos los días.
 

 
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