Muy Bueno | |
Muy Bueno |
Un día Esófago platicaba con sus discípulos en los jardines de su residencia y sentandose debajo de un frondoso manzano, les dijo al tiempo que tomaba del suelo una hermoza manzana:
Dicen las sagradas escrituras que Dios después de haber creado el Cielo y la Tierra, creó a Adán y Eva y les ubicó en el Paraiso Terrenal, que era un jardín que contaba con todos los frutos y los animales que uno pueda imaginarse.
-"Hijos míos, recuerden que no pueden comer de esa fruta" les dijo Dios un día.
-"Y ¿por qué no?" le preguntó Eva que era medio curiosa.
-"¡Por que no! Por que lo digo Yo, que soy vuestro Creador" le contestó Dios con voz severa pero dulce.
Al poco rato, Adán y Eva se sentaron debajo de un manzano para tomar un descanso después de haber estado retozando por el Edén y en menos de lo que canta un gallo ya estaban saboreando unas jugozas manzanas. Dios al notar el desacato de su regla, montó en ira:
-"¿Qué pasa aquí?" pregunto Dios.
-"Oh oh" - dijo solamente Adán.
-"No les dije que no comieran de esa fruta?" les preguntó con una voz de trueno.
-"¡Fué culpa de Eva!" - se justificó Adán.
-"No, Adán tuvo la culpa" - se defendió Eva.
-"¡No! ¡Fuiste tú!"
-"¡No! ¡Es tu culpa!
-"¡No!"
-"¡Sí!"
La reacción de Dios fué la de imponer la ley natural de que Adán y Eva pudieran procrear sus propios hijos como castigo a esta desobediencia.
El corolario de esta historia es, si Dios con su infinita paciencia y sabiduría no logró controlar a sus hijos, ¿porqué crees tú, que va a ser muy fácil educar a los tuyos?