Muy Bueno | |
Muy Bueno |
Esófago
Esófago era un filósofo mexicano nacido (950-890 antes de Moctezuma) de humilde cuna y gran corazón y mejor cabeza a decir de sus seguidores. Nació en un pueblito cerca de Dallas, cuando Dallas pertenecía a la Provincia de Hidalgo del Parral (ombligo del mundo por aquella época). Cultivó la poesía, el canto, pintura, astrología, alquimia y algunos tomates y sandías que eran muy de su agrado. Sus preclaras enseñanzas se muestran es estas joyas de la Literatura Universal y han perdurado a travéz de los siglos (per secula seculorum, cómo el decía cuando hablaba en lenguas después de unos tragos de peyote cocido con tequila importada de la provincia de Jaliscus) transmitidas de boca en boca por la gente, que era la forma en que el prefería que se transmitiera. Odiaba a los medios de comunicación debido a que su suegro era el dueño de "Le mayan jounal" y este junto a su gorda suegra le hacían la vida de grecas (en aquel tiempo los cuadritos no estaban de moda). Se casó con Agripina Xochitl Ilhuilcamina de gran hermosura y mejor posición económica de padre Azteca y madre Romana de descencia atlántica. Procrearon varios hijos, unos no eran de los dos, pero eran muy felices. Murió en el destierro a 2 kilómetros del lugar donde nació, cuando ya estos terrenos aledaños a su finca pertenecian a los Olmecas. |
Fotografía nocturna de Esófago cuando filosofaba bajo un frondoso yucateco en una noche
nublada. Note la serena mirada fija en la espesura de la noche con esa expresión tan
característica de él como preguntado "¿Que chingados estoy haciendo aquí?"
|
Obras de Esófago
Las obras de Esófago han sido recopiladas y conservados por La Irreal Academia de La Lengua, la cual ha dedicado un grupo de sus mas importantes colaboradores para este importante fin. Estos eruditos no cobran por estas funciones y consideran un honor el poder estar cerca a estos documentos de incalculable valor para la humanidad entera y dicen que el solo hecho de estar cerca a estos manuscritos es como tener una visita de las musas, ¡vaya, un orgasmo literario, pues!
Entre sus obras podemos citar:
Ensayos:
|
Fábulas La fábula de la Zorra y el Pato |
Otros |
Fábula de la Rana
Una rana caminaba hacia su casa, y al pasar la vía del tren, éste le cercena las nalgas.
La rana entonces decide regresar a recoger su preciada parte, cuando el tren en retroceso le
cercena la cabeza.
La fábula de la Zorra y el Pato
Un día, el pato huía de la zorra y pasó cerca de una vaca. El pato al no ver más salida posible,
le pidió ayuda a la vaca de que lo escondiera, esta haciendo un mojón de su excremento cubrió al
pequeño e indefenso patito.
Fábula del Conejo
Un conejo estaba sentado delante de una cueva escribiendo, cuando aparece un zorro.
Moraleja: Lo importante no es el contenido de tu tésis, sino tu asesor.
Fábula de el elefante y la hormiga
Un elefante se ha caido en un charco de arenas movedizas, y empieza a gritar pidiendo socorro. Una hormiga le oye, y le saca con su Mercedes.
MORALEJA: Si la tienes grande, no te hace falta un Mercedes.
Fábula del Comerciante
Había una vez un ciudadano que vivía al lado de una carretera donde vendía
unas ricas albóndigas con pan. Estaba muy ocupado y por lo tanto no oía la
radio, no leía los periódicos, ni veía la televisión.
MORALEJA:
Fábula del Perrito
Un señor va de cacería al África y se lleva su perrito Maltés para no sentirse solo en ese lugar. Un día ya en la expedición, el perrito, correteando mariposas se aleja del grupo y se extravía y comienzan a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme
a toda carrera, al ver que la pantera se lo va a devorar, piensa rápido qué hacer. En eso ve un montón de huesos de un animal muerto y se pone a mordisquearlos. Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:
MORALEJA:
En momentos de crísis, solo la imaginación es mas importante que el conocimiento. Procura ser imaginativo como el perro, evita ser pendejo como la pantera, ¡pero nunca seas chismoso como el
pinche mono!
MORALEJA : ¡NO PIERDAS LA CABEZA POR UNAS NALGAS!
Al poco rato llegó la zorra buscando al pato y buscó cerca de la vaca. En ese momento, el pato
dejó salir un lastimoso pío y ni tardo ni perezosa la zorra tomó al pato y llevandolo al río
cercano le lavo y lo devoró.
Esta fábula contine varias enseñanzas:
No todo el que te cubre de porquería es tu enemigo,
No todo el que te saca de la porquería es tu amigo, y
Cuando estés hasta el cuello de porquería, no digas ni pío.
recopilada por Esófago
- Hola, conejo, ¿qué haces?
- Estoy escribiendo una tésis doctoral sobre como los conejos comen zorros.
- Ja, ja, pero ¿qué dices?
- ¿No te lo crees? Anda, ven conmigo dentro de la cueva...
Total, que los dos entran y al cabo de un ratito sale el conejo con
la calavera del zorro y se pone a escribir. Al cabo de un rato llega un lobo.
- Hola, conejo, ¿qué haces?
- Estoy escribiendo mi tésis doctoral sobre como los conejos comen zorros y lobos.
- Ja, ja, que bueno, que chiste mas divertido!
- Que, ¿no te lo crees? Anda, ven dentro de la cueva, que te voy a enseñar algo!
Al cabo de un rato sale el conejo con una calavera de lobo, y empieza otra vez a escribir.
Después llega un oso.
- Hola, conejo, ¿qué haces?
- Estoy acabando de escribir mi tésis doctoral sobre como los conejos comen zorros, lobos y
osos.
- No te lo crees ni tú.
- Bueno, ¿a que no te metes en la cueva conmigo?
De nuevo se meten los dos en la cueva, y dentro un león enorme se tira encima del oso y se lo
come. El conejo recoge la calavera del oso, sale fuera y acaba su tésis.
Al cabo de un rato, es la hormiga la que se ha caido en un charquito, y cuando el elefante la ve, lo que hace es agacharse un poco para que la hormiga se pueda agarrar a su pene y salvarse.
recopilada por Esófago
Alquiló un trozo de terreno, colocó una gran valla y anunció su mercancía
gritando a todo pulmón: "Compren deliciosas albóndigas calientes". Y
la gente se las compraba.
Aumentó la adquisición de pan y carne. Compró un terreno más grande para
poder ocuparse mejor de su negocio. Y trabajó tanto que dispuso que su
hijo dejara la Universidad donde estudiaba Ciencias Comerciales a fin
de que le ayudara.
Sin embargo, ocurrió algo importante. Su hijo le dijo:
-"Padre, ¿pero no escuchas la radio, ni lees los periódicos? Estamos
sufriendo una grave crísis. La situación es realmente mala; peor no podría
estar". El padre pensó: "Mi hijo estudia en la Universidad, lee la
prensa, ve la televisión y escucha la radio. Sabe entonces lo que dice".
Compró pues menos pan y menos carne. Sacó la valla anunciadora, dejó el
alquiler del terreno a fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus
ricas albóndigas con pan. Y las ventas fueron disminuyendo cada día más.
Después de un tiempo, el negocio estaba realmente afectado
-"Tenías razón hijo mío", le dijo al muchacho. "Verdaderamente estamos sufriendo una gran
crisis".
No sigamos hablando de crisis. Hablemos sólo de hacer buenos negocios, buenos
trabajos y buenas tareas.
Si nos programamos para fracasar, fracasaremos.
Si nos mentalizamos para ganar, ganaremos.
Es una simple elección personal. En estos tiempos distintos, asumamos que hay muchas
oportunidades esperando por nosotros.
-¡Ah!, ¡qué rica pantera me acabo de chingar!!
La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando, ¡quién sabe que animal será ese no me vaya a comer a mí también!
Un mono que andaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído la escena sale corriendo tras la pantera para contarle como la engañó el perrito:
-¡Cómo serás pendejo esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro.
El perrito alcanza a darse cuenta de la mariconada del mono. Después que el mono le contó a la pantera la historia de lo que vio, esta última muy encabronada le dice al mono.
-¡Súbete a mi espalda, ahora vamos donde ese perro a ver quién se come a quién!
Y salen corriendo en chinga a buscar al perrito. El perrito ve a lo lejos que se le venía la
pantera nuevamente en chinga, y esta vez con el mono chismoso encima.
¿Y ahora qué hago? - dice todo asustado el perrito. Entonces, el perrito, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice:
-¡Este mono hijo de la chingada!, hace como media hora que lo mandé a traerme otra
pantera y todavía no aparece!